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La importancia del cuidado de la piel después de la quimioterapia


La quimioterapia puede afectar a la humedad natural de la piel debido a que reduce la cantidad de aceite que secretan las glándulas. Usar con mayor frecuencia loción humectante puede ayudarte a cuidar la piel, al igual que usar una loción más concentrada que la que usabas antes del tratamiento. Durante el día, usa un producto que te proteja la piel del sol y bloquee los rayos UVA y UVB. Asegúrate de usar un jabón o crema de limpieza que hidrate y sea suave, y evita usar jabones con fragancias o desodorantes fuertes. Los jabones para bebés pueden ser una buena opción porque generalmente son suaves y no tienen perfume.

La radiación y el cuidado de la piel.

La radiación en las mamas provoca cambios en la piel:

  • en todas las razas, el color de la piel cambiará; la piel más clara se tornará rojiza y la piel oscura se tornará aún más oscura o cenicienta. Normalmente, las zonas afectadas se limitan a pequeñas áreas. Puede aparecer picazón, ardor y sensibilidad en la piel. Es posible que tengas algo de descamación seca, como con una vieja quemadura de sol, a medida que la piel se desprende.

  • Si tienes mamas de gran tamaño o si tu médico está tratando la zona después de una mastectomía, existen mayores posibilidades de tener descamación "húmeda", como una ampolla. Este tipo de descamación normalmente se limita a puntos específicos.

  • La piel por lo general se recupera rápida y completamente. La reacción rojiza es la más rápida en desaparecer. Si tienes piel clara, el cambio hacia una tono moreno puede demorar unas semanas en desaparecer. En las mujeres de color, el oscurecimiento de la piel puede ser más importante y demorar más en desaparecer.

  • Los lunares y las pecas comunes pueden oscurecerse dentro del área de tratamiento. Estas marcas son casi siempre benignas, pero se oscurecen a causa del tratamiento. Una vez que terminas con la radioterapia, normalmente vuelven a su color habitual y algunas finalmente desaparecen.

Muchos productos pueden ayudar a aliviar el proceso del tratamiento. Algunos de ellos son el aloe vera, que se pueden encontrar en algunas farmacias y en grandes tiendas.

La radiación y el sol

La piel que recibe tratamiento con radiación tiene mayor riesgo de tener cáncer de piel en el futuro. Por este motivo es tan importante tomar precauciones extras para proteger la piel del sol en la zona donde se aplica radiación.

Es probable que la parte de las mamas cercana al escote esté dentro del área del tratamiento, y esa es también la zona expuesta al sol cuando usas un traje de baño o una camiseta sin mangas. De modo que debes asegurarte de usar una loción para el cuerpo o hidratante con factor de protección solar (FPS) de 30 como mínimo.

Si estás en tratamiento de quimioterapia con fluorouracilo (5-FU), puedes notar que te bronceas con mayor facilidad. Asegúrate de tomar medidas adicionales para protegerte del sol.

Precauciones para la exposición al sol y el cuidado de la piel

La exposición excesiva al sol es responsable de gran parte del deterioro de la piel asociado con el envejecimiento. Es también la causa principal del cáncer de piel, que es, por lejos, la forma de cáncer más común diagnosticada en la actualidad. Casi la mitad de todos los estadounidenses que alcanzan los 65 años de edad tendrán al menos una forma de cáncer de piel en algún momento de su vida.

A los rayos ultravioleta del sol les lleva solo 15 minutos dañar tu piel, a pesar de que pueden pasar hasta 12 horas para que la piel presente una quemadura de sol.

Las quemaduras de sol graves, especialmente durante la niñez o la adolescencia, pueden aumentar las posibilidades de producir la forma de cáncer más grave, el melanoma maligno, en el futuro. Sin embargo, el cáncer de mama no te vuelve más propensa a tener cáncer de piel.

Debes protegerte la piel cada vez que salgas al aire libre, aunque esté nublado. Usa productos que tengan el FPS (factor de protección solar) adecuado. Un FPS te indica cuánto tiempo puedes permanecer al sol sin tener una quemadura. Por ejemplo: Si habitualmente tu piel empieza a quemarse después de unos 20 minutos, el uso adecuado de los productos que tengan un FPS de 2 te protegerá durante 40 minutos aproximadamente y el uso adecuado de productos que tengan un FPS de 15 lo hará durante cinco horas (15 X 20 = 300 minutos).

Hay estudios que demuestran que los productos que tienen un FPS de 30 brindan gran protección contra los nocivos rayos ultravioleta. Los FPS más altos no son mejores.

Los usuarios de protectores solares se aplican normalmente la mitad de la cantidad recomendada, por lo que reciben solo la mitad de la protección del FPS que ofrece el producto. Es decir, si te aplicas solo la mitad de lo que deberías aplicarte del FPS de 30, solo recibirás la protección de un FPS de 15.

No te olvides de cuidarte los labios. Los labios contienen pocas glándulas sudoríparas y de grasa, y no contienen melanina (una sustancia química protectora que se encuentra en el resto de la piel). Por esta razón están expuestos a que los rayos ultravioleta les quiten la humedad necesaria. En lugar de usar cremas labiales que contengan alcanfor, mentol o fenol, usa productos cuyos ingredientes mantengan la hidratación y protección solar.

Recomendaciones para tener una piel que luzca saludable
  • Aprende a dormir boca arriba, preferentemente con la cabeza elevada. Esto reduce la hinchazón que muchos de nosotros notamos por la mañana al mirarnos al espejo. Es recomendable que inviertas en una almohada que se adapte a tu fisonomía o una de alforfón que te ayude a mantener la cabeza levantada.

  • No fumes. El calor y el humo del cigarrillo estrechan los vasos sanguíneos y producen arrugas. El uso excesivo de los músculos que se utilizan para succionar al fumar puede producir numerosas arrugas. Además, fumar, como seguramente ya lo sabes, es un factor de riesgo de cáncer de pulmón.

  • No te apliques en la cara productos que contengan alcohol. Estos productos causan mucha sequedad, inclusive en la piel grasa.

  • No te laves la cara más de dos veces al día, a menos que hagas ejercicios. En ese caso, asegúrate de quitarte toda la transpiración que pudiera estar secándose en la cara a medida que se evapora. También podrías considerar la posibilidad de usar un limpiador facial sin jabón.

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