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  • Rubén Rodríguez @rudilberto

La Guerra del Planeta de los Simios: El grandioso desenlace del viaje de César


Por: Rudilberto

Uno de los desenlaces esperados de este año llega este jueves 27 de julio, la cereza del pastel de esa trilogía que inicio a principios de década con “Rise of the planet of the apes”, continuo con “Dawn of the planet of the apes” y culmina con el acto cumbre, la guerra. Hablo de “War for the planet of the apes”. La cual continua a manos de Matt Reeves, el director que le dio un gran giro al relevar a Rupert Wyatt tras una primera parte que había dejado un poco de dudas y miedos al fracaso.

Esta última parte llega con toda la fuerza y en ningún momento decae en su historia a pesar de que sea el gran final.

Hacía tiempo que no teníamos una película que se ayudara tanto del género de la guerra y lo retratara de una forma tan clásica, sencilla y clara mostrando simplemente a los dos bandos que se enfrentan, en medio de una selva, entre sangre y nieve mientras luchan para definir que bando, en este caso que especie sobrevive y cual es erradicada o utilizada para trabajos pesados en campos de concentración, algo muy apegado a la realidad que alguna vez se vivió en la realidad.

Cosa a destacar como la tecnología aplicada en esta cinta, hace que por momentos nos maravillemos más con las “actuaciones” y los sentimientos que demuestran cada miembro de la manada de simios, haciendo completamente que por momentos olvidemos que en la película aparecen seres humanos de carne y hueso.

El mejor y más grande ejemplo de esto, es el trabajo de Andy Serkis, como el gran líder de la manada, ese pequeño de nombre Cesar que vimos crecer y desarrollarse de gran forma en las dos películas pasadas, convirtiéndose en una especie de Mesías para su especie, buscando lavar los errores pasados de sus compañeros con el fin de alcanzar la forma de vivir en cierta paz con el ser humano, esa especie que vuelve a ser retratada como siempre lo ha sido, como el animal más peligroso del planeta, ese que a pesar de ser el más razonable e inteligente, siempre ha querido jugar a ser Dios sin medir las consecuencias, mismas que en esta cinta han ido empeorando gracias al famoso virus de la gripe del mono, el cual ha mutado causando aún más horrores que en las pasadas dos entregas.

El bando humano es muy pero muy bien representado tan solo en el papel que desempeña Woody Harrelson simplemente como “El Coronel”, un soldado que ha perdido toda cordura y que solo busca ganar una guerra que no existe contra un enemigo que su misma raza creo sin importar cuanta sangre se derrame innecesariamente o que vidas se pierdan sin importar si son de su bando o no, convirtiéndose en el villano de esta historia pero más que nada representando esa idea que mencioné anteriormente sobre que el ser humano es el animal más peligroso del mundo.

Un detalle que le da un peso simbólico a la historia son esos guiños bíblicos que el director utilizo para darle más profundidad a la historia, especialmente a lo que representa César para su especie, un elegido para llevarlos a un lugar donde puedan vivir sin temor a la aniquilación, una especie de representación del éxodo que encabezo Moisés para salvar a su pueblo del Faraón y su ejército que buscaba aniquilarlos a toda costa, tal vez a muchos no les pueda agradar estas referencias, pero debo aceptar que le dan un aire a la historia más humano, específicamente a lo que sufre César y los problemas morales a los que se enfrenta para no convertirse en lo que no desea, un ser lleno de venganza y odio con ganas de exterminar a sus enemigos con tal de sobrevivir.

“War for the planet of the apes” culmina de una forma sensacional una trilogía, que nos deja con ganas de ver más, de ver que más puede suceder después de ese final que observamos, una gran historia que no solo se llena de explosiones y balazos como una cinta típica del género, una película que es obvio que tiene ese mensaje de como el ser humano es alguien bastante peligroso para otras especies o contra sí mismo, una historia de supervivencia en donde los mejores actores son seres creados a base de captura de movimiento pero que increíblemente tienen pasajes donde casi pueden sacarnos una lagrima por ver el sufrimiento que viven y el martirio al que son sometidos por culpa de seres ajenos a ellos.

Esta película no se queda solo como un blockbuster de verano, se consolida como una de las mejores del año, de esas películas que puedes disfrutar y analizar varias veces su historia y su creación, rica visual y argumentalmente.

Solo espero que llegue el día que el trabajo especialmente de Andy Serkis sea recompensado, pues nos ha regalado a uno de los mejores personajes CGI de los últimos años en la “encarnación” de Cesar. Queda decir “Larga vida al César”.

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